Agosto de 2022 fué un mes horrible. Lo pasé trabajando en casa y fué un auténtico suplicio. Todo el día con el aire acondicionado puesto, las temperaturas no bajaban por las noches, y el pueblo en fiestas con numerosos conciertos, hicieron que descansar fuese imposible.
Al final opté por irme a dormir a otra casa simplemente por tener un poco de tranquilidad, pero del calor no te escapas.
Tomé la determinación de no pasar otro agosto en casa, y buscando poder dormir por las noches, el norte de España parecía ser la mejor opción.
Este agosto he pasado una semana en Gijón, otra en Santander y por último una en Aínsa. Estás son mis conclusiones:
Gijón
Me ha gustado mucho Gijón. Es suficientemente grande como para tener de todo, pero al mismo tiempo puedes ir andando a cualquier sitio.
Las dos playas ofrecen la oportunidad de darse un baño, o hacer alguna actividad como el surf, y sus respectivos paseos son el lugar ideal para salir a andar.
También he comido fenomenal allí. Mucha oferta, raciones copiosas y precios razonables.
Algo que no tuve en cuenta al buscar casa es lo cargado que yo iba, con los ordenadores y ropa para un mes. La casa era un tercero sin ascensor, y subir las maletas me costó lo suyo.
La conexión a internet era fantastica. Misma velocidad que tengo en casa. Tener acceso a fibra es otra ventaja de estar en ciudad.
La mesa de trabajo era una mierda. Típica mesa de Ikea, muy bonita, muy bien diseñada para que las sillas encajen perfectament, e increiblemente incomoda. Sillas de madera dura, y te sentabas en la esquina de la mesa. Por suerte la cocina tenía un gran banco que usé para trabajar de pie.
Santander
La casa de Santander no estaba tan céntrica, ya que Santander es un poco más cara que Gijón. Estaba justo al lado de las universidades, que siendo agosto, resultó ser una zona muy tranquila, con fácil aparcamiento, ¡y con ascensor! Al ser la casa más grande, tenía una buena mesa en la cocina, que se convirtió en mi mesa de trabajo.
Conexión a internet por fibra, así que en ese apartado tampoco tengo queja.
En cuanto a Santander, es muy bonita, las vistas son preciosas, pero moverse por la ciudad no es tan agradable como Gijón, ya que hay muchas cuestas y escaleras.
Para pasear en llano hay buenas opciones. La playa del Sardinero, o la bahía son paseos agradables.
Al igual que Gijón, la comida excelente. Variedad, buenas raciones, y precio razonable.
Aínsa
Creo que me equivoqué eligiendo Pirineos como tercer destino. Santander o Gijón al final son ciudades, con bastante capacidad de absorver el turismo. Pero Aínsa probablemente multiplica varias veces sus habitantes durante el verano, resultando un poco agobiante.
Estaba todo a tope, los restaurantes, los supermercados o la zona clasica del pueblo, que es muy bonita, pero parece más un escenario de pelicula que un pueblo donde viva gente.
También tuve mala suerte con el tiempo. Hacía muchísimo calor, alcanzando los 35º todos los días. Por la noche refrescaba y se podía dormir bien, pero durante el día no invitaba a salir, y he tenido que tabajar todos los días con el aire acondicionado puesto.
La casa también fue un error. Tercer piso sin ascensor. Internet lenta e irregular, que no me permitía hacer videoconferencias. Al ser una buhardilla, pegaba el sol directo todo el día, dejando la casa recalentada.
Creo que tras esta experiencia, descarto Pirineos para teletrabajo.
Año que viene
En general, me ha gustado la experiencia. He podido descansar por las noches, y he podido trabajar más o menos bien (he echado en falta el poder trabajar de pie).
Moverme todas las semanas ha sido un poco estresante. ¿Quizá solo dos destinos, dos semanas en cada uno?
Por último, un listado de cosas a tener en cuenta al buscar casa:
- Pueblo grande no turístico o ciudad
- Ascensor
- Zona tranquila
- Internet de alta velocidad
- Temperaturas agradables durante todo el día
- Una buena mesa de trabajo
- Una buena cocina. La he usado más de lo que pensaba.